Las tecnologías digitales tienen el potencial de respaldar las acciones de las organizaciones sindicales y los representantes de los trabajadores. Las aplicaciones digitales y las redes sociales pueden permitir una mejor organización de protestas y manifestaciones, procesos de toma de decisiones más eficientes e inclusivos y formas adicionales de mantenerse en contacto y comunicarse con varios trabajadores. Sin embargo, se culpa a los algoritmos de agrietar la relación entre los trabajadores y una organización, tanto al hacerse cargo de las funciones de recursos humanos, tradicionalmente realizadas por los gerentes en persona, como al facilitar que las empresas obtengan mano de obra de cualquier parte del mundo. Por lo tanto, se considera que la digitalización crea una fuerza de trabajo cada vez más dispersa desde el punto de vista organizativo y geográfico, que es bastante difícil de reunir, organizar y representar por parte de los sindicatos tradicionales. Estos últimos también pueden verse seriamente socavados en su papel de negociación por herramientas tecnológicas que fragmentan los procesos de producción y dispersan los centros de poder.
Para enfrentar este desafío/reto, los representantes de los trabajadores deberían hacer uso de los avances en las tecnologías digitales para respaldar sus acciones en lo que respecta a la contratación y organización laboral, así como en la negociación y el compromiso con los empleadores y otros actores sociales y políticos.
Deben considerar los dispositivos digitales como facilitadores de su papel, en combinación con instrumentos y prácticas más tradicionales y fuera de línea. La conexión digital debe mejorarse particularmente para construir y desarrollar redes de trabajadores a escala nacional e internacional.
La 'Suscripción Digital Certificada' para Sindicalistas en Italia
Organizar trabajadores digitales: la experiencia de IG Metall
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