Se supone que la Industria 4.0 automatiza muchas tareas repetitivas, principalmente las realizadas por mujeres, por lo tanto, aumenta el contenido cualitativo de su trabajo. Además, las nuevas tecnologías pueden compensar algunas de las capacidades físicas en declive de una fuerza laboral que envejece y crear nuevas oportunidades laborales para trabajadores discapacitados o con enfermedades crónicas. Sin embargo, la subrepresentación de las mujeres en áreas clave de crecimiento (es decir, trabajos que requieren habilidades STEM), su concentración en las relaciones laborales no estándar y las confusas fronteras entre el trabajo y la vida privada, así como las barreras culturales y organizacionales para la integración de trabajadores inmigrantes y discapacitados en el lugar de trabajo suscitan serias preocupaciones sobre la persistencia o incluso el empeoramiento de las desigualdades de género basadas en el género, edad y origen étnico. En términos generales, es difícil deshacerse de la vieja cultura ‘machista’, especialmente en entornos industriales tradicionalmente manuales, engorrosos y dominados por los hombres, donde incluso puede tomar la forma de una oposición abierta a las medidas de seguridad, tecnologías digitales que asumen tareas peligrosas e igualdad de planes de género podría incluso crear vías para la discriminación en contra de personas LGBTQ+. En una época de cambio demográfico, anular esta cultura y adaptar el entorno laboral a las necesidades de un personal en creciente diversidad es fundamental para crear lugares de trabajo seguros, sostenibles y flexibles que se adapten mejor al trabajo de alta tecnología del futuro.
Para enfrentar estos desafíos/retos, los representantes de los trabajadores deben asegurarse de que los nuevos entornos de trabajo estén diseñados al integrar la perspectiva demográfica; las evaluaciones periódicas de las tareas y habilidades individuales de los trabajadores pueden permitir planificar su desarrollo profesional de acuerdo con sus necesidades específicas,
al beneficiarse también de la introducción de nuevas tecnologías. Los representantes de los trabajadores también deberían promover medidas de prevención contra el riesgo de enfermedades crónicas en el trabajo y cursos de formación y actividades de información sobre cuestiones de género; deberían sensibilizar a los trabajadores sobre el tema y contrastar posibles conductas discriminatorias en función de género, orientación sexual, edad u origen étnico o social, mediante la firma de convenios colectivos sobre este ámbito y la elaboración de planes de actuación conjuntos con la dirección. En el marco de estos planes, los representantes de los trabajadores deben asegurarse de que las mujeres estén adecuadamente representadas en los lugares de trabajo en todos los niveles de la estructura jerárquica; también deberían negociar la introducción de iniciativas de conciliación de la vida laboral y familiar para mantener el trabajo de las mujeres, las personas con discapacidad y las personas con enfermedades crónicas. En general, los representantes de los trabajadores deben contribuir de manera proactiva a la creación de organizaciones equitativas y una cultura en el lugar de trabajo que apoye a todos.
Planes de igualdad de género en las empresas españolas
• Acceso
• Contratación
• Formación
• Promoción
• Retribución
• Salud Laboral
• Acoso Sexual y por razón de sexo
• Violencia de Género
• Comunicación y sensibilización
• Conciliación
El plan también especifica los departamentos de la empresa responsables de llevar a cabo las actividades y su tiempo específico. La Comisión de seguimiento se constituirá por entre los miembros de la Comisión de Igualdad. Pudiendo celebrarse reuniones con asistencia de al menos 2 miembros por parte de la empresa y 2 por parte de la representación de los trabajadores.
El Proyecto 'Stop Macho Culture' en la Industria de la Construcción Sueca
Más información en https://stoppamachokulturen.nu.